[abrouxados] Re: neolengua

Durán Vázquez Durán Vázquez nomenekpos en gmail.com
Lun Mayo 23 12:25:18 CEST 2011


régimen feudal cubano?

jajaja :-D

________________




El 23 de mayo de 2011 10:35, Joaquín Lana <joaquinlana en gmail.com> escribió:

>  El 23/05/11 10:07, carlos suarez escribió:
>
> *“En general, es cierto que todo sistema que pretende imponer un
> totalitarismo de pensamiento único sobre el global de la ciudadanía, y el
> capitalismo lo es, no tolera el pensamiento heterodoxo, no al menos cuando
> dicho pensamiento puede de alguna manera tener la capacidad de llegar a
> amplias capas de la sociedad, y poner en peligro el funcionamiento mismo del
> sistema. El "Pienso, luego estorbo", es una frase que puede ser
> perfectamente válida para la sociedad consumista-capitalista actual, pero lo
> es también para otros muchos tipos de sociedades, desde las tradicionales
> sociedades teológicas, a las sociedades impuestas por los fascismos del
> siglo XX, e incluso para muchas pequeñas sociedades tribales donde el global
> de la población se mueve al son que marca una misma y uniforme estructura
> cultural, aunque, obviamente, las diferencias en cuanto a fines de estas
> últimas estructuras con las anteriores sean más que evidentes a poco que se
> tenga un mínimo conocimiento en Antropología social y cultural.”*
>
>
>   Bueno este Hurtado si poseyera un mínimo de conocimiento en Antropología
> social y cultural sabría que no se puede meter en un mismo saco a las
> pequeñas sociedades tribales (en muchas de las cuales no existe el concepto
> de propiedad privada, ni pensamiento único y mucho menos consumismo), . . .
> .  También se hace el tonto pues nombra a la sociedad
> consumista-capitalista actual, a las tradicionales sociedades teológicas, a
> las sociedades impuestas por los fascismos del siglo XX, pero no dice nada
> de regímenes feudales como el chino, el cubano o el coreano. . . . . esos
> sistemas políticos amigos de kaosenlared no* “imponer un totalitarismo de
> pensamiento único”.*
>
>
>   - - - - -
>
>
>   Con muchos puntos del resto del texto estoy bastante de acuerdo. . . .  esto
> por ejemplo:
>
> *
> *
> * *
>
> *“Están cabreados porque quisieran tener todo eso con lo que siempre han
> soñado: dinero, éxito, un coche lujoso, un piso en propiedad, etc, etc., y
> no pueden tenerlo; no les dejan tenerlo; pese a que hay otros que sí lo
> tiene, lo siguen teniendo.”*
>  Basta saber si los periodistas de kaosenlared o rebelión están dispuestos
> a sacrificar eso que otros desean y por lo que están tan “cabreados”, y así
> conformar una sociedad realmente comunista, sin jerarquías ni privilegios
> de ningún tipo. ¿O en realidad les encanta y fascina que los alojen en
> hoteles de cinco estrellas y comer en restaurantes caros cuando traen sus
> conferencias anticapitalista a ciudades como Pontevedra o Vigo.?. . . .
> Porque claro, entre auténticos antisistemas esto no es consumismo es un
> derecho humano.   En fin. . . .
>
> carlossuarez1966.wordpress.com
>
>  <http://www.escoitar.org/> <http://www.mediateletipos.net/>
>
>
>
> El 23 de mayo de 2011 02:06, Durán Vázquez Durán Vázquez <
> nomenekpos en gmail.com> escribió:
>
>>
>> http://www.kaosenlared.net/noticia/sobre-movimiento-indignados-pienso-luego-estorbo-vs-consumo-luego-exis
>>
>>
>>  *Sobre el movimiento de los "Indignados": Pienso luego estorbo vs
>> consumo luego existo* Reflexión sobre las causas socioeconómicas, la
>> causas sociológicas y la naturaleza ideológica del movimiento de los
>> "Indignados". ¿Antisistema o no antisistema?  *Pedro Antonio Honrubia
>> Hurtado*<http://www.kaosenlared.net/colaboradores/pedroantoniohonrubiahurtado>| Para Kaos en la Red | 21-5-2011 a las 21:19 | 1564 lecturas | 25
>> comentarios
>>
>> *Pienso, luego estorbo. Consumo, luego existo*
>>
>> "Pienso, luego estorbo", se podía leer ayer en una de las pancartas que
>> adornaban la Plaza del Carmen de Granada, lugar de la capital nazarí donde
>> durante todos estos días se viene relizando la acampada y la Asamblea del
>> movimiento de los "indignados" en la ciudad. Era una forma de transmutar a
>> la causa reivindicativa la famosa máxima del Filósofo francés René Descartes
>> hace ya casi cuatrocientos años: "Pienso, luego existo".
>>
>> En general, es cierto que todo sistema que pretende imponer un
>> totalitarismo de pensamiento único sobre el global de la ciudadanía, y el
>> capitalismo lo es, no tolera el pensamiento heterodoxo, no al menos cuando
>> dicho pensamiento puede de alguna manera tener la capacidad de llegar a
>> amplias capas de la sociedad, y poner en peligro el funcionamiento mismo del
>> sistema. El "Pienso, luego estorbo", es una frase que puede ser
>> perfectamente válida para la sociedad consumista-capitalista actual, pero lo
>> es también para otros muchos tipos de sociedades, desde las tradicionales
>> sociedades teológicas, a las sociedades impuestas por los fascismos del
>> siglo XX, e incluso para muchas pequeñas sociedades tribales donde el global
>> de la población se mueve al son que marca una misma y uniforme estructura
>> cultural, aunque, obviamente, las diferencias en cuanto a fines de estas
>> últimas estructuras con las anteriores sean más que evidentes a poco que se
>> tenga un mínimo conocimiento en Antropología social y cultural.
>>
>> Sin embargo, por ello mismo, tal frase no sirve para determinar una
>> crítica específica al sistema consumista-capitalista actual, en el que cual
>> viven miles de millones de personas en todo el mundo, y, específicamente, es
>> el sistema hegemónico y dominante en eso que llaman eufemísticamente el
>> mundo desarrollado. Más, por no salirnos de la famosa máxima cartesiana,
>> bien estaría completar la frase-protesta, dando sentido a la otra parte de
>> la reflexión solipsista propuesta por Descartes: "Pienso, luego estorbo.
>> Consumo, luego existo", diría yo.
>>
>> Ahora sí, con esta otra frase, tenemos definido perfectamente el espíritu
>> totalitario que rige nuestra actual sociedad consumista-capitalista. El
>> capitalismo quiere gente que piense poco y que compre mucho. Quiere
>> convertir, ha convertido, de hecho, a las personas en meros sujetos
>> consumistas, sujetos-mercancía cuyo valor social se mide por su capacidad de
>> consumo, que, por supuesto, previamente deben poner su fuerza de trabajo al
>> servicio de las estructuras productivas en manos de la burguesía, del estado
>> burgués, y, en general, de los intereses de las clases explotadoras que
>> controlan con mano de hierro los designios de la economía globalizada, del
>> sistema-mundo capitalista. O, por convertirlo en un eslogan de estos que se
>> están escuchando estos días por las Plazas del estado español, el
>> capitalismo te dice: ¡Menos pensar, y más comprar!. Esa es su máxima, la
>> máxima por excelencia de la sociedad consumista-capitalista.
>>
>> *No pienso, luego no estorbo. No consumo, luego no existo*
>>
>> Apliquemos ahora una negación a la máxima mencionada: "No pienso, luego no
>> estorbo. No consumo, luego no existo". No es negación casual. Si partimos de
>> la base de que la inmensa mayoría de la población vive, ha vivido mucho
>> tiempo, y seguirá probablemente viviendo otro mucho más, sin cuestionarse el
>> funcionamiento real del sistema capitalista, sin pensar si es un sistema
>> justo o injusto, sin preocuparse si la riqueza de unos se construye sobre la
>> pobreza de otros, sin querer ver que la miseria y el subdesarrollo de los
>> pueblos del tercer mundo es una consecuencia directa del desarollo de los
>> países del primer mundo fundamentado en buena parte sobre la explotación de
>> los recursos naturales y humanos de estos primeros, podemos afirmar que es
>> un hecho que la inmensa mayoría de la población vive, ha vivido, y vivirá
>> "sin pensar", luego no estorba. Y como no estorba, no siente las cadenas.
>>
>> La inmesa mayoría de la población simplemente se deja llevar por la
>> corriente cultural inserta en la sociedad que impone los valores propios de
>> la sociedad de consumo como valores de pensamiento único, hegemónico y
>> dominante, haciendo suyas las metas sociales que se le imponen desde esta, y
>> determinando el sentido de sus vidas según los códigos culturales que emanan
>> directamente de la ideología consumista-capitalista dominante. Los proyectos
>> de vida de millones de personas en los países desarrollados, se han
>> construído, y se construyen, sobre la base de la exigencias propias que la
>> sociedad de consumo impone en la mentalidad de los individuos que la
>> conforman, especialmente, y de manera clara, sobre los miembros de las
>> clases trabajadoras, a los cuales se los consigue alienar con los
>> fundamentos sociales del sistema haciéndoles creer que los intereses de la
>> sociedad de consumo, son equitativos a sus propios intereses como
>> ciudadanos, a sus propios intereses como sujetos que han sido arrojados a la
>> existencia, y que necesitan de un proyecto vital, una expectivas, unas metas
>> y unos códigos culturales valorativos que les srivan de guía para dar valor
>> a sus propias vidas, desde sus propios juicios de sentido.
>>
>> Esta situación es especialmente significativa en las actuales generaciones
>> de la juventud del estado español, primeras generaciones, las nacidas
>> después de la muerte de Franco principalmente, educadas plenamente en los
>> valores de la sociedad consumo, a las que se les ha martilleado
>> incesantemente con todos y cada uno de los códigos culturales impuestos por
>> dicha sociedad, sustentados sobre dos principios fundamentales: el amor al
>> dinero y el sagrado respeto a la propiedad privada, las dos deidades por
>> excelencia de la sociedad de consumo, de las que emanan todos los demás
>> valores y mitos impuestos como verdades absolutas en la mentalidad de los
>> ciudadanos y ciudadanas.
>>
>> Dentro de esos códigos de valores, por supuesto, se incluye el mencionado
>> "Consumo, luego existo". Tengo la impresión de que esta repentina explosión
>> de indignación generalizada, especialmente de esas generaciones nacidas
>> después de la muerte de Franco y que algunos estaban llamando ya la
>> generación perdida, o la generación ni-ni, tiene mucho que ver con la
>> negación de la máxima capitalista que sirve de referencia para las
>> reflexiones de este artículo. Posiblemente, tal explosión tenga mucho que
>> ver con el paso dado desde planteamientos generalizados de "No pienso, luego
>> no estorbo", a una situación devenida en "No consumo, luego no existo".
>>
>> Después de toda una vida dejándose arrastrar por los valores propios de la
>> sociedad de consumo, habiendo hechos suyos tales valores como principios de
>> vida, de haber pensado que el éxito social es aquel que viene definido por
>> las estructuras propias del sistema, de no haber cuestionado en ningún
>> momento si dicho sistema es justo o injusto, no de haberse parado a pensar
>> si realmente había algún tipo de alternativa al sistema de valores sociales
>> dominante, de haber creído, consciente o inconscientemente, que simplemente
>> había que dejarse arrastrar por la corriente mayoritaria para alcanzar eso
>> que se conoce como una vida "digna", de no cuestionar el papel del dinero en
>> la sociedad (es más, habiendo hecho del dinero el motor central de sus
>> expectativas de vida y el guión estrella de las películas de sus sueños), y
>> de no haberse planteado en ningún momento el rol determinante que juega la
>> posesión de la propiedad privada de los medios de producción en la
>> estructura productiva (y la consecuente explotación y control del poder
>> político que de ella se deriva), de repente una generación entera se ha
>> visto abocada a una situación en la que nada tiene, en la que todos esos
>> sueños construídos sobre el valor del dinero y sobre los códigos culturales
>> propios del capitalismo, se ha acabado por convertir en una pesadilla, su
>> propia pesadilla consumista-capitalista: "No consumo, luego no existo".
>>
>> *Tanto tienes, tanto vales: si nada tienes, nada vales*
>>
>> No pensaron, luego no estorbaban. Pero por no pensar, no pensaron si
>> quiera que dejarse arrastrar por los valores de la sociedad de consumo, por
>> el "Consumo, luego existo", por el "tanto tienes, tanto vales", era una
>> peligrosa arma de doble filo: si no tienes para consumir, dejas de existir;
>> si nada tienes, nada vales.
>>
>> Ahora, cuando de repente han empezado a descubir, abocados por las
>> circunstancias socioeconómicas, que para la sociedad de consumo nada tienen
>> los que nada poseén, que ellos, en realidad, nunca tuvieron nada, y que
>> ahora además tienen menos que nada: no tienen si quiera un futuro de
>> oportunidades al que agarrarse, que, en definitiva, "nada tienen, nada
>> valen", que han dejado de existir según sus propios códigos de valores
>> previamente interiorizados desde las estructuras ideológicas y culturales de
>> la sociedad de consumo, se han cabreado, y con razón: Se han indignado.
>>
>> Es una indignación personal, fruto principalmente de la frustración que
>> genera sentir, darse cuenta, que todo aquello que te habían hecho creer, que
>> todos esos códigos de valores que te han hecho aprender como auténticas
>> verdades absolutas, como auténticos valores sagrados, no son más que un
>> engaño, una patraña, una fantasía, una estrategia para que te sometas a unos
>> intereses que no son los tuyos, para que te dejes arrastrar por una sociedad
>> donde para que unos pocos ganen muchos, otros muchos tienen que perderlo
>> todo. La naturaleza del capitalismo, escondida tras una realidad de
>> ensoñaciones egoistas y consumistas fruto de la alienación, nada más.
>>
>> Es una indignación, por tanto, que nace de creer, de haber estado toda la
>> vida creyendo, que uno "vale por lo que tiene" (el triunfo del tener frente
>> al ser, decía Fromm), y que, en consecuencia, al no tener nada,
>> irremediablemente te lleva a acabar creyendo, aunque solo sea
>> incoscientemente, que no vales nada: frustración, desencanto, malestar
>> interno. Nada tengo, nada valgo. No consumo, luego no existo.
>>
>> En esas estamos: nada tenemos, nada valemos. O eso pensamos. ¡Indigados!
>>
>> *¿Egoismo o lucha por la justicia social?*
>>
>> Tal vez esto sirva para explicar porqué los mismos que se negaron a salir
>> a protestar contra los recortes sociales en la Huelga general del 29 de
>> Septiembre, que poco menos querían fusilar a los controladores aéreos por
>> atreverse a hacer una huelga legítima mientras pocos días antes no se habían
>> indignado en absoluto cuando el gobierno anunció el fin de la prestación a
>> los parados de larga duración, que hasta prácticamente ayer preferían
>> charlar sobre fútbol con sus colegas que leer un artículo sobre los orígenes
>> de la crisis en cualquier web de internet, que pasaban por el lado de una
>> manifestación de la izquierda alternativa y poco menos que la veían como una
>> atracción de feria, que nunca jamás pensaron que era necesario un cambio
>> social para acabar con las insjusticias del sistema capitalista, ahora hayan
>> salido en masa a las calles, junto a esa izquierda combativa y
>> reivindicativa que ha estado ahí, en la calle, desde hace mucho, a pedir
>> poco menos que una reforma integral de los principios fundamentales que
>> sustentan el estado burgués desde las instituciones: el poder financiero y
>> el poder político arrojado en manos de los testaferros de este primero.
>>
>> Y tal vez, esto explica también, porque se niegan muchos/as a que los
>> llamen antisistema: sencillamente porque no son antisistema.
>>
>> No lo son: están cabreados, indignados, porque el sistema los excluye, no
>> porque el sistema excluya, sin más. Si los excluídos fuesen otros, como lo
>> han sido siempre...
>>
>> Están cabreados porque el sistema los ha engañado a ellos (mi, yo,
>> conmigo), no porque el sistema sea injusto, fuese injusto aún cuando ellos
>> preferían dejarse llevar por la corriente, y aún cuando ellos no formase
>> parte de los excluídos del sistema, si es que alguna vez no lo han formado.
>> "No son antisistema, el sistema es anti ellos", dicen. Y llevan razón,
>> insisto.
>>
>> Están cabreados porque sus sueños, determinados y condicionados por los
>> valores del sistema, no se cumplen, a una misma vez que ven que hay otros
>> que siguen viviendo a todo tren dentro de esos valores del sistema con los
>> que ellos siempre han estado, y siguen estando, de acuerdo; aunque ahora se
>> quejen.
>>
>> Están cabreados porque ahora el sistema que abrazaron como fuente única de
>> sus proyectos vitales, del sentido de sus vidas, en base a esos mismos
>> proyectos vitales, los ha dejado fuera de juego. Off side. Fallo se sistema
>> (interno).
>>
>> Están cabreados porque quisieran tener todo eso con lo que siempre han
>> soñado: dinero, éxito, un coche lujoso, un piso en propiedad, etc, etc., y
>> no pueden tenerlo; no les dejan tenerlo; pese a que hay otros que sí lo
>> tiene, lo siguen teniendo.
>>
>> No están cabreados porque el sistema sea intrínsecamente injusto, no están
>> cabreados porque haya explotación a gran escala, o porque a los pueblos del
>> tercer mundo se les siga robando día a día sus riquezas, no están cabreados
>> porque el modelo productivo esté llevando al Planeta a su exterminio, ni
>> están cabreados, en definitiva, porque el fundamento mismo del sistema sea
>> la desigualdad económica y la injusticia social, sino, simplemente, porque
>> ahora, en medio de esta crisis económica gigantesca, de esta envestida
>> brutal de las clases explotadoras sobre los intereses y derechos de las
>> clases trabajadoras, ellos (mi, yo, conmigo), están perdiendo: se han
>> quedado fuera de sus propios sueños consumistas-capitalistas.
>>
>> *De 1984 a un "Mundo Feliz": la naturaleza de los indignados que dicen no
>> ser antisistema*
>>
>> Escribía el otro día en un artículo sobre el 15-M y la lucha de clases,
>> que me parecía orwelliano que fuese posible manifestarse contra el sistema,
>> y creer que no se es un anticapitalista, o, más orwelliano aún, que fuese
>> posible pedir la cabeza de políticos y banqueros, de boca de precarios,
>> parados y explotados, pero sin que tal hecho sea, pueda ser, lucha de
>> clases. Obviamente, sigo pensando lo mismo. Toda expresión de resistencia y
>> lucha de las clases trabajadoras contra las injusticias generadas por el
>> sistema capitalista, contra los privilegios de las clases oligárquicas, son
>> una manifestación de la lucha de clases, aunque los presentes no tengan
>> consciencia de ello, porque simplemente no sepan siquiera qué es eso de la
>> lucha de clases.
>>
>> Sin embargo, como casi todo lo relacionado con el sistema totalitario de
>> pensamiento único impuesto por las estructuras culturales y políticas
>> consumistas-capitalistas, profundizando un poco en la naturaleza de este
>> movimiento que se ha generado tras dicha fecha (15-M), me parece que tal
>> hecho tiene mucho más que ver con algunos aspectos narrativos presentes en
>> "Un mundo Feliz", de Aldous Huxley, que con lo escrito por Orwell en 1984,
>> aunque ambas perspectivas son perfectamente complementarias para el caso que
>> nos atiene: la posición de ese grupo de "indignados" que una misma vez que
>> protestan contra el sistema, dicen no ser antisistemas; que, en todo caso,
>> el sistema es antiellos (sic).
>>
>> En concreto, decía que me parecía orwelliana dicha situación, en la medida
>> que me recordaba a la idea expresada en 1984 a través del concepto
>> "Doblepensar", esto es, la capacidad de pensar como verdaderas, desafiando
>> el princio de no cotradicción presente en toda lógica desde Platón y
>> Aristóteles, una proposición y su contraria, y poner al fin cualquiera de
>> ellas al servicio del pensamiento único cuando así sea requerido por el
>> sistema. Rebelarse contra el sistema conscientemente y decir a una misma vez
>> que no se es antisistema, me parecía una buena muestra de tal concepto. Me
>> lo sigue pareciendo, de hecho.
>>
>> Doblepensar, según el magnífico libro de Orwell, significa en concreto el
>> poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias
>> simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente.
>> El intelectual del Partido (que controla el poder en la sociedad descrita
>> por el escritor inglés en su famosa novela) sabe en qué dirección han de ser
>> alterados sus recuerdos; por tanto, sabe que está trucando la realidad; pero
>> al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del
>> doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso
>> ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente
>> precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un
>> sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad. El doblepensar está
>> arraigado en el corazón mismo del Ingsoc (doctrina ideológica que se impone
>> como única en la sociedad de 1984), ya que el acto esencial del Partido es
>> el empleo del engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de
>> propósito que caracteriza a la auténtica honradez. Decir mentiras a la vez
>> que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga
>> recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo
>> por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin
>> dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega. Eso
>> es el doblepensar.
>>
>> Así que protestar contra los bancos, el sistema financiero internacional o
>> los políticos que sirven de testaferros al capital, y, a una vez, negar que
>> se están manteniendo planteamientos antisistema, me parece un coherente
>> ejercicio de doblepensar aplicado a la sociedad consumista-capitalista
>> actual. Uno se puede rebelar contra partes del sistema, pero negándose a sí
>> mismo que la condición de su protesta es antisistema se mantiene siempre
>> dentro de los límites y los planteamientos del sistema. Doblepensar... al
>> servicio del sistema.
>>
>> Ahora bien, si ciertamente, como he dicho, no reniego de esta reflexión, y
>> la considero en buena medida válida, y perfectamente ajustada a parte de la
>> realidad de los hechos que estamos viviendo estos días, considero igualmente
>> que existe un personaje en la novela de Huxley ("Un Mundo Feliz"), que se
>> ajusta todavía con más exactitud a estas actitudes de negar la condición
>> antisistema de las protestas que estos días están siendo defendidas por
>> muchos y muchas a través de las redes sociales, los foros de internet y las
>> propias asambleas ciudadanas de los "indignados".
>>
>> Este personaje tiene por nombre Bernard Marx, en la novela pertenece a la
>> casta Alfa-Más (una de las castas superiores), pero posee características
>> diferentes a la del resto de las personas que pertenecen a ésta, debido a
>> que, decían de él chistosos su compañeros/as de casta, cometieron un error
>> en su proceso de envasado (gestación del nacimiento del individuo a medida
>> de lo que exige de él la sociedad) y se puso alcohol en su ración de
>> sucedáneo de la sangre. Por ello, Bernard era marginado por la sociedad, los
>> de su casta se reían de él, y hasta los que no pertenecían a su casta le
>> daban la espalda debido a sus características físicas diferentes. En
>> consecuencia, durante buena parte de la novela Bernard Marx muestra
>> constantemente su indignación y su cabreo con el sistema, no lo acepta y
>> trata una y otra vez de rebelarse contra él en la medida de lo posible. Deja
>> de obedecer el Fordismo (doctrina ideológica que se impone como única en
>> esta otra novela), tiene una escandalosa vida sexual (por ser demasiado
>> casto en relación a la promiscuidad propia del resto de los miembros de la
>> sociedad) y se identifica en muchos momentos como enemigo de la sociedad al
>> conspirar contra el orden y la estabilidad establecida.
>>
>> Sin embargo, a medida que avanza la novela, por una serie de hechos que
>> van sucediendo y que llevan a Bernard Marx a alcanzar el éxito social que
>> hasta entonces se le había negado, descubrimos que, en realidad, Bernard no
>> es ningún antisistema, sino que únicamente "el sistema era anti él". En
>> cuanto Bernard paladea el sabor del éxito social y pasa a ser uno más entre
>> los de su casta, no sólo no reniega en absoluto de su condición como tal,
>> sino que se muestra como el más fiel defensor de los valores propios del
>> sistema que por tanto tiempo detestaba, o de alguna manera trataba de
>> detestar, porque lo estaban excluyendo. En cambio, cuando el sistema pasó a
>> brindarle sus favores, a Bernard se le olvidó toda crítica contra el
>> sistema, es más, amaba el sistema como el que más, estaba tan determinado
>> por los valores impuestos por el sistema, como todos aquellos a los que
>> tanto había criticado desde perspectivas coyunturalmente antisistema cuando
>> el excluído era él.
>>
>> Este personaje contrasta además con la existencia de otro personaje en la
>> novela, Helmholtz Watson, que, pese a tener todo lo necesario para ser un
>> triunfador dentro de los valores establecidos por el sistema, y de hecho lo
>> era, se rebela conscientemente contra él, al entender que su capacidad de
>> pensamiento crítico, su libertad como sujeto, y sus perspectivas de futuro
>> estaban totalmente determinadas por el sistema, un sistema que además era
>> injusto y generaba una desigualdades inaceptables. Con el desarollo de la
>> novela, por su lado, descubrimos que Helmholtz Watson era un verdadero
>> antisistema, consciente y orgulloso, a diferencia de su amigo Bernard Marx,
>> al que en muchos momentos se había sentido unido por ser ambos críticos con
>> el sistema, y estar en apariencia en una misma sintonía ideológica.
>>
>> Sin embargo, llegada la hora de la verdad, cuando ambos personajes son
>> condenados a ser desterrados a la "isla", una especie de lugar de castigo
>> donde se llevaban a las personas que desarollaban un pensamiento subjetivo
>> no acorde a los valores propios del Fordismo (sistema único de pensamiento),
>> Helmholtz Watson (Pienso luego estorbo), se siente feliz, pues allí podrá
>> continuar con la elaboración de su propio pensamiento, allí podrá seguir
>> pensando por sí mismo, y allí podrá, además, conocer otras personas que
>> también están en esa misma dinámica antisistema que les permite tener y
>> desarollar su propio pensamiento al margen de lo impuesto por el sistema
>> totalitario dominante y hegemómico en la sociedad de "Un mundo feliz".
>> Bernard Marx, por su parte, (Consumo luego existo), al enterarse de la
>> noticia, dice que prefiere ser ejecutado antes de lo que envíen a esa isla
>> al margen de la sociedad, antes de que, en definitiva, lo saquen del
>> sistema, de un sistema que él simplemente había cuestionado de manera
>> coyuntural por sentirse exluído y rechazado del mismo, en ningún caso por
>> creer de veras que el sistema era injusto. He aquí la confrontación que da
>> título a este artículo: "Pienso luego estobor vs consumo luego existo".
>> Helmholtz Watson vs Bernard Marx.
>>
>> Mucho me temo que, al menos por ahora, entre los asistentes a este
>> movimiento de los indignados, hay muchos más Bernard Marx, que Helmholtz
>> Watson, es decir, muchos más que se manifiestan contra el sistema única y
>> exclusivamente porque el sistema, de manera coyuntural, es antiellos, que
>> porque realmente crean que el sistema es injusto y habría que cambiarlo
>> hacia otro modelo de sociedad y otro sistema económico, más igualitaria, más
>> justo.
>>
>> Muchos, que, a la hora de la verdad, preferían ser "ejecutados" antes que
>> ver cambiado el sistema, muchos que tienen tan interiorizados los valores
>> del sistema, que por más que se manifiesten contra aspectos concretos de él,
>> a la hora de la verdad estarían en la barricada que defienda el sistema, si
>> llegase el momento de una verdadera revolución que quisiese acabar de una
>> vez y para siempre con el capitalismo.
>>
>> Puede que Bernad Marx y Helmholtz Watson convergan en un momento
>> determinado en sus planteamientos y reivindicaciones, incluso en sus luchas,
>> como ahora está convergiendo la Izquierda anticapitalista y revolucionaria
>> de siempre con grupos de "nuevos indignados" que se rebelan contra su
>> exclusión coyuntural del sistema. Pero que nadie se confunda, mientras el
>> Bernard Marx de turno no cambie sus valores y sus perspectiva contra el
>> sistema, mientras no asuma una consciencia clara de que el capitalismo es un
>> sistema intrínsecamente desigual e injusto, que hay que derrocar para que la
>> sociedad y el mundo puedan avanzar hacia otro modelo necesario de justicia
>> social y fin de la explotación del hombre por el hombre, podrán convenger
>> coyunturalmente, pero no están en el mismo bando. No lo están, aunque lo
>> parezca.
>>
>> Al igual que el personaje de la novela de "Un mundo feliz", Bernard Marx,
>> si esos que ahora están en las "barricadas" (acampadas, asambleas, etc.)
>> junto a los anticapitalistas y antisistema de siempre, mañana ven que sus
>> condiciones de vida mejoran, que sus sueños dentro del sistema vuelven a ser
>> satsisfechos por el sistema, olvidarán las injusticias del sistema y todo lo
>> demás, y volverán al rincón del que, en realidad, nunca se movieron, porque
>> sus consciencias nunca cambiraron: el de la defensa del sistema, el de la
>> alienación en los valores consumistas-capitalistas.
>>
>> Porque, además, si la mayoría social sigue siendo como Bernard Marx, el
>> mantemiento del sistema está asegurado, y solo cuando la mayoría, a través
>> de un proceso de reflexión y de toma de consciencia real de las injusticias
>> del sistema, sea como Helmholtz Watson, el sistema estará en peligro. No es
>> el caso de lo que estamos viviendo ahora, pero ni de lejos.
>>
>> *Condiciones subjetivas de la "revolución" de los Indignados*
>>
>> Decía Marx que las correcciones que se puedan introducir en el sistema
>> capitalista no bastan para solucionar las crisis perpetua que éste provoca
>> en las clases trabajadoras, y que lo que entra en crisis es el sistema
>> mismo. Esta contradicción interna del sistema capitalista pone, según Marx,
>> las condiciones  objetivas  para la destrucción del mismo. Por otra parte,
>> esta situación de crisis hace que el conjunto de proletarios tome conciencia
>> de la situación en que se encuentra, amergiendo con ello unas condiciones
>> subjetivas que abren paso a los procesos revolucionarios. Cuando condiciones
>> objetivas y condiciones subjetivas convergen en una misma sociedad, se dan,
>> pues, los elementos necesarios para acabar con el sistema, que reduce a la
>> mayoría de los hombres a un estado miserable, y los despoja de lo que los
>> define como hombres, el producto de su trabajo. Se abre, en definitiva, el
>> camino a la revolución, hacia un mundo más justo, hacia una sociedad sin
>> clases, hacia el fin de la explotación del hombre por el hombre, hacia la
>> justicia social.
>>
>> Obviamente, las condiciones objetivas en la actual situación del estado
>> español, no solo están dadas, sino que se van acentuando cada día que pasa.
>> 45% de paro juvenil, casi cinco millones de desempleados, reforma laboral,
>> reforma de las pensiones, planes de ajuste, aumento de la pobreza,
>> desahucios, en fin, todo un conglomerado de situaciones y datos
>> socioeconómicos que ponen en jaque los derechos e intereses de las clases
>> trabajadoras. Una condiciones, no se niega, que han hecho posible esta
>> situación de manifestaciones, acampadas y asambleas que se están dando en
>> estos días a lo largo y ancho de todo el estado español, y aun en otros
>> puntos del Mundo, en apoyo a las mismas.
>>
>> Sin embargo, parece que las condiciones subjetivas que han desencadenado
>> esta repentina explosión de indignación, no son precisamente las de una toma
>> de consciencia para llevar a cabo un verdadero proceso revolucionario, me
>> temo que si quiera proceso alguno de cambio estructural, todo lo más, si
>> acaso, algunas reformas puntuales del sistema político y económico vigente.
>> Como digo, no aprecio que haya una verdadera consciencia generalizada sobre
>> la necesidad de cambiar un sistema que en intrínsecamente injusto. Aunque se
>> griten y se lance proclamas contra el sistema, me temo que las condiciones
>> subjetivas de estas movilizaciones están más centradas en el deseo de poder
>> recuperar un espacio individual dentro del sistema, sin cuestionar si es
>> justo o injusto el mismo, que en una verdadera consciencia sobre la
>> necesidad de un cambio de paradigma político, social y económico que acabe
>> con un sistema desigual por definición como es el capitalismo, da igual en
>> su vertiente neoliberal o en cualquier otra versión, más o menos reformada.
>>
>> Las condiciones subjetivas de esta "revolución" de los indignados, al
>> menos de partida, no son, por tanto, a mi parecer, las condiciones
>> subjetivas que permiten un cambio revolucionario: la toma de consciencia de
>> la clase trabajadora sobre su situación de explotación y miseria dentro del
>> sistema capitalista, y el consecuente deseo por acabar con el sistema que
>> produce dicha condiciones de explotación y miseria, no desde una perspectiva
>> subjetiva (de los intereses de cada cual), sino desde una perspectiva de
>> clase, desde un deseo por acabar con la explotación, de generalizar la
>> justicia social, y de no permitir que nunca más allá personas que queden
>> excluídas por el sistema reinante; aunque no seamos nosotros/as.
>>
>> Ojalá y todo este movimiento pudiese canalizar, en un día, un mes, un año,
>> una década, da igual, en una situación verdaderamente revolucionaria, en un
>> verdadero deseo de acabar con el sistema capitalista, en una verdadera toma
>> de consciencia de que no es tolerable que se cometa una sola injusticia, que
>> no es permisible un sistema que extiende la pobreza, la miseria, el hambre,
>> la explotación, y el agotamiento de los recursos naturales, por el mundo
>> entero.
>>
>> Ojalá, quienes hoy estén allí, en las plazas, gritando contra el sistema
>> bancario, contra los políticos corruptos, y contra una democracia
>> representativa que no otorga capacidad de empoderamiento a los
>> ciudadanos/as, todos, sin excepción, entiendan que el único camino posible
>> es la lucha frontal contra el sistema capitalista que genera tales
>> situaciones, aunque nunca antes se lo hubiesen planteado desde esa
>> perspectiva, y aunque el impulso primero que les ha llevado a estar en esas
>> plazas no sea más que la frustración generada por la incapacidad de poder
>> sastisfacer dentro del sistema los sueños y expectativas de vida que ellos
>> mismos se habían marcado siguiendo las imposiciones alienantes del propio
>> sistema consumista-capitalista.
>>
>> Ojalá, en definitiva, todo esto sirva, cuando menos, para que haya una
>> toma generalizada de consciencia contra el sistema capitalista y sus
>> injusticias, para que la gente entienda de una vez que el único camino
>> posible para alcanzar una sociedad mejor es la lucha y la resistencia
>> organizada contra el sistema. De momento, simplemente no veo eso, y que me
>> perdonen quienes se están partiendo la cara en la organización de todo esto,
>> antes los cuales, sinceramente, estoy muy agradecido.
>>
>> Lo que veo más bien es una minoría de gente que ya previamente estaba
>> conscienciada de los injusto y desigual que es el sistema capitalista, y me
>> temo que una mayoría de gente que están allí porque quieren recuperar los
>> sueños del sistema que el propio sistema les ha robado.  No veo, en
>> definitiva, condiciones para revolución alguna, ni, por supuesto, veo
>> peligro ninguno para el sistema: "No somos antisistema, el sistema es
>> antinosotros".
>>
>> Pese a lo cual, insisto sinceramente y de corazón, me alegro, y mucho, de
>> todo lo que está sucediendo, y estoy siendo partícipe de ello en la medida
>> de mis posibilidades, siempre que mis "responsabilidades" en Kaos me lo
>> están permitiendo, y aún, por supuesto, dándole cobertura y seguimiento
>> continuado desde Kaosenlared, que también es un frente de organización,
>> difusión y lucha, de este, como de otros muchos movimientos.  Porque, dicho
>> sea de paso, lo cortés, no quita lo valiente, y no sólo de revoluciones vive
>> el revolucionario. La indignación generalizada contra las injusticias del
>> sistema, aunque sean desde el egoismo, y no desde la consciencia social
>> real, siempre son y serán bienvenidas. Pero, al menos yo, a mí mismo (mi,
>> yo, conmigo), no me quiero llevar a engaño...
>>
>>
>>
>>
>>
>> El 9 de abril de 2011 13:31, Durán Vázquez Durán Vázquez <
>> nomenekpos en gmail.com> escribió:
>>
>>> Toda reflexión que tenga que ver con la neolengua me parece
>>> interesantísima.
>>>
>>> ¿Se acuerdan de aquel avión de Gadafi que hace unas semanas caía del
>>> cielo en la portada de los periódicos?
>>> En los informativos decían que según el gobierno libio (perdón... el
>>> régimen libio) el avión era comandado por los rebeldes. Alguna periodista
>>> incluso arqueaba la ceja simulando incredulidad.
>>>
>>> Pues bien:
>>> http://voltairenet.org/article169346.html
>>>
>>> --
>>> Durán Vázquez____________
>>> http://cronicaelectronica.org/?p=duranvazquez
>>>
>>
>>
>>
>> --
>> Durán Vázquez____________
>> http://cronicaelectronica.org/?p=duranvazquez
>>
>> _______________________________________________
>> abrouxados mailing list
>> abrouxados en xedh.org
>> http://list.xedh.org/mailman/listinfo/xedh.org.abrouxados
>>
>>
>
> _______________________________________________
> abrouxados mailing listabrouxados en xedh.orghttp://list.xedh.org/mailman/listinfo/xedh.org.abrouxados
>
>  Interesante comentario, Carlos.
> Suele suceder que, gracias a eso que llaman "transversalidad", muchas veces
> los "pensadores" terminan diciendo las grandes cosas que dicen:
>
> "*pequeñas sociedades tribales **donde el global de la población se mueve
> al son que marca una misma y uniforme estructura cultural, aunque,
> obviamente, las diferencias en cuanto a fines de estas últimas estructuras
> con las anteriores sean más que evidentes a poco que se tenga un mínimo
> conocimiento en Antropología social y cultural.”
> *
> Hum...curioso...pare dce que el no tiene un "mínimo conocimiento..."*pequeñas
> sociedades tribales **donde el global de la población se mueve al son que
> marca una misma y uniforme estructura cultural"...
> *Como siempre el ornitólogo antes que el pájaro...el carro delante de los
> bueyes..."*las diferencias en cuanto a fines de estas últimas estructuras
> con las anteriores"...*Joder con las ESTRUCTURAS...
> *
> *UNIFORME ESTURUCTURA CULTURAL...que se de una vuelta por esos mundos y
> les pregunte a los interesados, a las "*pequeñas sociedades tribales" *que
> es eso de una UNIFORME ESTRUCTURA CULTURAL...
>
> Ultimamente no puedo escuchar la palabra ESTRUCTURA sin que me de el
> pempe...Puñetera manía de meterlo todo en una puta férula...
>
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> abrouxados mailing list
> abrouxados en xedh.org
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Durán Vázquez____________
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